Historia |
Has desayunado muy pronto para tu horario habitual. Estás nervioso y hojeas tus apuntes mientras caminas hacia el edificio de la universidad. La EvAU es hoy y de ello depende tu futuro, pero nada te saldrá como creías. En cuanto llegas, vas al baño deseando humedecer un poco tu garganta. Te miras al espejo y te sudan las manos. Has tenido terribles pesadillas y te temes lo peor. Sales al pasillo y, en tu soledad, oyes un ruido. Te sobresaltas al oír el eco de tus pasos. Corres, respiras hondo y dejas tirados tus apuntes. Casi sin darte cuenta, te tropiezas. Levantas la cabeza por el nauseabundo olor del hierro de la sangre. En las escaleras yace muerto aquel que maldeciste hace unos meses: tu peor enemigo de clase.
Llamadas telefónicas, sonidos de ambulancia, cuchicheos de tus compañeros de clase y un cuestionario que nada se parece al que esperabas. Eres el principal sospechoso. |